Chris Froome (Sky) disfrutó de la primera jornada de descanso de la Vuelta a España envuelto en un sólido maillot rojo de líder que impone respeto al grupo de rivales directos, en el que el colombiano Esteban Chaves (Orica) se ha convertido en el principal opositor.

Fuerte y autoritario Chris Froome. Después de firmar el cuarto Tour de Francia quería llegar en forma a la Vuelta para sacarse espinas clavadas en la ronda española. Tres segundos puestos escuecen en el palmarés del británico. Y resultados cantan. Un líder fuerte, en forma, dominador y respetado.

Aún sin aplastar, y con diferencias cortas con sus perseguidores: 36 segundos sobre Chaves, 1:05 respecto al tercero, el irlandés Nicolas Roche (BMC), y 1:17 al italiano Vincenzo Nibali (Bahraon), la pauta la marca Froome, quien rebaña segundos poco a poco para llegar a la cita con el reloj de Logroño el día 4 de septiembre para encauzar su primera Vuelta.

De momento Froome ha saldado alguna cuenta, aunque su objetivo no es otro que subir al primer escalón de Madrid. Para eso se ha preparado como nunca, mostrando una forma excelente tanto a nivel individual como de equipo, ya que el Sky ordena y manda.

De momento se apuntó su primer triunfo en la Vuelta, en Cumbre del Sol, donde borró su mal recuerdo de la derrota ante Dumoulin en 2015. Nada parece detener al británico de origen keniano.

Una jornada de descanso en Alicante y provincia donde cada uno se agarró a sus ilusiones. Froome al maillot rojo que le da tranquilidad, Chaves soñando con la montaña que llega, el dúo italiano Nibali-Aru con opciones en espera de mejorar la forma a medida que pasan las etapa y el irlandés Nicolas Roche y el estadounidense Van Garderen empeñados en demostrar lo que hace mucho tiempo de espera de ellos.

Los españoles a la espera. No aparecen por el podio. La Vuelta de las revelaciones no parece ser esta. David de la Cruz, sexto, es el primer nacional a 1:30, y el foco sigue estando en Alberto Contador desde la decimotercera plaza, sin apenas opciones pero incendiando las etapas y emocionando a la afición en el año de su retirada.

Sin duda Contador es el líder del carisma, por encima de cualquier otro corredor. Tiene el top ten a poco más de un minuto, pero el pistolero de Pinto no se quiere marchar de vacío. Buscará una etapa y atizará al líder en cuanto encuentre la menor respuesta de sus piernas.

Froome y Chaves están llamados a protagonizar el duelo principal. El 'Chavito', segundo en el Giro 2016 y tercero en la Vuelta, deberá buscar fortuna en una segunda semana que se presenta interesante con en las etapas de montaña andaluzas.

Tras el descanso teórica etapa de transición entra Caravaca y Alhama de Murcia y el pelotón se echa al monte. El miércoles espera la cima de Calar Alto (2.400 metros), el punto más alto de la provincia de Almería, donde se coronó Igor Antón en 2006. Antes de llegar al observatorio astronómico hay que subir Velefique, presente en una jornada con 3.434 metros de desnivel.

El jueves interesante final interesante en Antequera con dos puertos previos, el viernes los esprinters que quedan se podrán lucir en Sevilla y de nuevo el pelotón se echa al monte.

Fin de semana excitante con La Pandera el sábado y Sierra Nevada de postre, donde se alcanzará el techo de la Vuelta en los 2.600 metros del Alto Hoya de la Mora.

Después el pelotón saltará en avión hasta Logroño para afrontar el tramo final, que se iniciará en la capital riojana con una crono individual de 42 kilómetros. Será el colofón de la segunda semana.

Hasta entonces, la Vuelta plantea el debate sobre si Froome se dará un paseo hasta Froome, respecto a la explosión de Chaves, a la aparición de alguna revelación que haga sonreír al ciclismo español y sobre las sorpresas que nos tiene preparadas Contador. La emoción sigue.

Este martes se disputa la décima etapa entre Caravaca y Alhama de Murcia, de 164,8 kilómetros.

EFE